Antes de que lleguen los invitados, una sola persona puede ampliar la mesa con facilidad.

Gracias a las variaciones naturales de la veta y el color, cada una de estas mesas de madera es única.

Está diseñada de forma que no presenta uniones cuando se usa sin extender.

Cuando no se utiliza, el tablero de extensión se guarda debajo del tablero de la mesa.

Las patas quedan siempre en las esquinas de la mesa, incluso cuando está extendida, de modo que el espacio de debajo se puede aprovechar mejor para poner sillas.

Fácil de combinar con otras sillas y bancos de la misma serie o con otras del surtido de IKEA.

Los reposabrazos son lo suficientemente largos como para que te puedas apoyar en ellos al recostarte, y lo suficientemente cortos como para permitir que te sientes cerca de la mesa para comer.