La fabricación de lyocell, una fibra de celulosa que se obtiene de la madera, se realiza en un ciclo cerrado. La mayoría de las sustancias que se añaden son recicladas o reutilizadas, en línea con el objetivo de reducir nuestro impacto ambiental. IKEA ha prohibido el uso de agentes blanqueantes a base de cloro en la fabricación de tejidos y productos de papel, por el impacto ambiental negativo de estas sustancias. IKEA tiene requisitos muy rigurosos sobre el uso de ftalatos en todos sus productos y los ha prohibido totalmente en los artículos para niños y en los productos destinados al contacto alimentario. Desde 1996, IKEA ha eliminado todos los tintes nocivos, como los colorantes azoicos, de la fabricación de tejidos y de piel. Queremos tener un impacto positivo en el planeta. Por eso, queremos que en 2030 todos los materiales usados para fabricar nuestros productos sean reciclados o provengan de fuentes renovables, y se hayan producido de manera responsable. El algodón utilizado para fabricar este producto se ha producido con menos agua, además de menos fertilizantes y pesticidas químicos, aumentando los beneficios para los agricultores y reduciendo el impacto ambiental.