Colección
FLISAT
Con esta casa de muñecas, tu hijo se divertirá jugando.
La casa de muñecas también se puede utilizar como estante para libros, fotos u otros objetos pequeños que tu hijo quiera exponer cuando sea un poco más mayor.
Recomendado para niños a partir de 3 años de edad.
Recomendamos colocar la casa de mueñcas en el suelo o colgarla en la pared.
Diferentes tipos de pared requieren diferentes herrajes. Utiliza los herrajes más adecuados para tus paredes (no se incluyen).
Combina con otros productos de la serie FLISAT.
Este producto lleva marcado CE.
Ancho: | 58 cm |
Fondo: | 22 cm |
Altura: | 59 cm |
¿Te lo llevas a casa? Asegúrate de que quepa en tu vehículo.
Largo: | 53 cm |
Ancho: | 23 cm |
Altura: | 12 cm |
Peso Bruto: | 5,78 kg |
Peso Neto: | 5,27 kg |
Volumen por paquete: | 14,8 l |
Limpiar con un paño humedecido con un detergente suave.
Secar con un paño seco.
Solo las versiones más recientes de estos documentos están disponibles para su descarga. Esto significa que a veces hay diferencias entre los documentos descargados y las versiones que vienen con el producto.
Hay ocasiones en las que cuantos más, mejor, pero otras celebraciones precisan un grupo más pequeño. Por ejemplo, un colorido picnic de juguete con algunos amigos íntimos y comida que parece deliciosa (pero no se puede comer), sobre un trozo de hierva cercano.
La manera en la que se guardan los juguetes influye, y mucho, en el tiempo de juego que tienen tus hijos. Es mucho más fácil para ellos si tienen sus peluches favoritos a la vista, en un lugar accesible que, además, les facilite ordenar la habitación. Pero no todo tiene que estar siempre perfecta mente recogido, ¿por qué no dejar algún espacio donde la diversión no pare nunca?
Crear un entorno sostenible en las habitaciones infantiles no solo es beneficioso para el planeta, sino también para el bienestar de tus pequeños. En IKEA, nos comprometemos a diseñar soluciones innovadoras que acompañen el crecimiento de tus hijos.
Pon a dos niños en una habitación y la energía se multiplica a mucho más de dos. La imaginación infantil es el mejor combustible para jugar, y con el permiso de los padres, las camas, muebles y decoraciones están felices de ser partícipes del juego. Al final del día las camas, perdón, "los barcos" están listos para navegar hacia la isla del sueño.